Hablamos con Oona Chaplin sobre su experiencia en el "Purgatorio"

Chaplin, en una escena de 'Purgatorio'
Este viernes ha llegado a las pantallas españolas la película de terror “Purgatorio” dirigida por Pau Teixidor y protagonizada por Oona Chaplin, el joven Sergi Méndez, Ana Fernández y Andrés Gertrudix. El largometraje cuenta la historia de una mujer que se ve obligada a cuidar del  hijo de su vecina, lo que les llevará a vivir situaciones espeluznantes. La cinta se presentó en el pasado Festival de Málaga, donde participó en la Sección Oficial. Su actriz protagonista, nieta del mítico Charles Chaplin e hija de Geraldine Chaplin, está viviendo un momento muy dulce en la televisión, donde ha participado en varias series de éxito como “Juego de tronos / Game of thrones”. Aunque combinado con el cine, el medio televisivo le sigue reportando éxito ya que está preparando la miniserie “The Crimson Field” y Hoke, donde comparte pantalla con Paul Giamatti. NOTICINE.com charló en exclusiva con ella.

- ¿Cuál es el argumento de “Purgatorio”?
Trata en realidad sobre una mujer que es muy sufrida, que se encuentra torturada por este niño casi adolescente. Y encuentran un mundo de miedo y de magia que le cambia la vida en una noche. Es bastante “heavy” para ella.

- ¿Cómo preparó el personaje?
Pues en realidad fue un proceso de mucha colaboración con Pau (Teixidor) que es el “dire”, que es “la caña”, es un tío muy, muy, muy especial. Sí, fue con él y me metí en unos blogs de unas mujeres que han perdido hijos, y que están en proceso de luto, y fue bastante “heavy” la preparación… la preparación para esta… tiene mucho peso porque yo soy una mujer muy alegre; esta tía no le encuentra alegría a nada, nada. Está prácticamente muerta. Pero lo que me interesa sobre todo fue la actitud respecto a la muerte. Eso es lo interesante de la “peli”. Ella con su reacción a la muerte de alguien cercano. El niño con su irreverencia que no le importa un pimiento, sabes que el “tío está ahí para jugar”. Y luego nosotros como espectadores pensamos que también está pasando una cosa y de repente pasa otra. Ese es el argumento sobre la muerte.

- Cuando se enfrenta a una historia de terror, ¿Se mete tanto en el personaje que llega a pasar miedo?
De terror o no de terror… en realidad lo que me interesa es tener las experiencias que tienen los personajes. Entonces sí, en esta “peli” tuve miedo. En un momento estaba corriendo en el garaje, se apagaron las luces, y me dijeron “Bueno, camina hacia cámara, camina y regresa hacia nosotros”. Y mandé a correr y “pa, pa, pa” y se ve la luz del móvil, a oscuras… Es así, pasé miedo.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con el joven Sergi Méndez?
Pues Hitchcock dijo que ni con niños ni con animales, ¿Verdad? Entonces cuando le conocí le tenía mucho miedo porque no sabía muy bien cómo relacionarme con este chaval. Pero mientras pasaban los días, en los ensayos sobre todo, me di cuenta que este es un “hombrecito”, es un profesional, es un actor, está ahí para trabajar y para vaya… está disponible. Y entonces tenía sus momentillos de “prepavo”, así… un poquito insoportables, pero fueron pocos, pocos. O sea, nos tocó la lotería con este niño, y además tiene un talento que hay que tener cuidado, porque este niño va a ser un gran actor si se pone… si se pone para eso va a ser un gran actor. Y es guapo y encantador, o sea, sí.

- ¿Por qué cree que se apuesta tanto por los niños en el género de terror?

¿Verdad?, Pues… porque yo creo que los niños tienen una pureza, algo más puro que nosotros. Nosotros ya nos hemos puesto muy “cínicos”. Yo no. En realidad, yo soy una niña que estoy hablando como los adultos. Por regla general, hemos perdido la magia de la vida. Entonces los niños, como todavía tienen el acceso a esas interpretaciones tan puras, y esos referentes… tan poco arruinados, ¿No? Por el cinismo de la vida… que nos crean más impresión. Pues cuando ellos dicen “hay un fantasma”, lo creen. Cuando ellos dicen “mamá tengo miedo”, nos provoca mucho más. Y nosotros nos lo callamos. Nosotros no lo decimos, no decimos “tengo miedo”. Es más lo contrario. No, no, no… no tengo miedo. Entonces estamos ya de por sí en esa negación; mientras que los niños es “tengo miedo” y de repente bah…

- ¿Recuerda alguna anécdota terrorífica del rodaje?

Mira, (ríe) fue una noche de luna llena. Claro, la noche de luna llena. Y llegué a casa después de terminar de rodar la secuencia de uno de los apagones. Y cuando estaba subiendo por mis escaleras, que yo vivo en un edificio de oficinas… y vivo arriba… y entonces no tengo vecinos. Fui subiendo y se apagaron las luces. Es que no te voy a contar los chillidos… yo estaba así… al principio, dije que “no, no, no… esto es tontería…” Entonces y de repente, “Ay, Dios mío” porque los escalones hacían ruido. No, no, no, horrible, horrible. Esto que te metas en un mundo tan intenso que vaya… es “poroso”.

- Como espectadora, ¿Le gusta el cine de terror o prefiere evitarlo?

No, no me gusta, porque hay muchas películas de terror que son muy malas, pero si son buenas las películas me encantan, (ríe).

- Últimamente se dice que las series de televisión han superado en calidad al cine. Usted ha trabajado en series de gran calidad, ¿Está de acuerdo, o cree que no son comparables?
Hay una revolución de televisión en este momento que es muy interesante. Que hay mucha calidad que nunca ha habido en televisión. Unos niveles de producción que han superado mucho al cine que se ve en este momento. Pero, o sea, para decir que es mejor es equivocarse. Porque es comparar dos cosas que son completamente diferentes. Pero sí, hay una revolución de la televisión interesante, ahora que estamos produciendo cosas que son de calidad, en la que puedes seguir el desarrollo de la historia sin dormite, que estas así (“enganchado”); cosa que el cine está perdiendo un poquito… pero en cierto modo no; es una variedad, más variedad.

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