Taratuto, Sacheri y Peretti hablan sobre fútbol y "Papeles en el viento"

Peretti, Taratuto y Rago
Una de las pasiones argentinas y de gran parte de Iberoamérica, el fútbol, está detrás de la nueva ficción del escritor y guionista Eduardo Sacheri ("El secreto de sus ojos") que llega al cine, "Papeles en el viento". A unas semanas de su estreno, el 8 de enero, el realizador, Juan Taratuto  ("La reconstrucción", "Un novio para mi mujer") presentó este jueves junto al propio Sacheri, con quien coescribió el libreto, esta historia de amistad marcada por la pasión futbolera. Los acompañaron dos de los principales protagonistas, Diego Peretti y Pablo Rago. Tal vez a causa de esa pasión es que Rago asistió vestido de riguroso rojo y blanco, colores del club de sus amores, el River Plate, que se había coronado la víspera campeón de la Copa Sudamericana. O tal vez fue pura casualidad...

Juan Taratuto manifestó que el disparador para hacer la película fue haber encontrado una historia con la cual se identificó plenamente: "A medida que leía la novela y transcurrían los capítulos era como una batalla naval: tocado, tocado, hundido. No hay mucha literatura que aborde desde un lugar genuino la historia de un grupo de amigos y que lo haga después de una pérdida y con humor. Que tenga la intención de contar lo que significan para un hombre de nuestra edad la paternidad, el legado que dejamos en esta vida y a quién se lo dejamos. Cómo reconstruimos las relaciones después de la pérdida de un par. Todas ellas son cosas que hicieron que me hubiera gustado escribir ese libro y sentí que lo que podía hacer era adaptarlo con Sacheri y funcionar como un amplificador emocional de la novela en una película que expusiera todas esas cosas. Y  más allá de los tópicos de argentinidad por los que circula la película  siento que es una historia universal".

Con respecto a la filmación, contó que fue dura para actores y equipo técnico porque su intención era mostrar calles y avenidas tal cual son. Vivas, llenas de gente y tránsito y castigadas por el sol. "Queríamos respetar el mundo que refleja la novela. Quisimos presentar con honestidad el conurbano sin embellecerlo o cambiarlo.  Nos ocurrieron también cosas divertidas, como quedarnos encerrados en el cementerio y tener que salir cuando oscurecía saltando una pared", detalló.

El escritor Eduardo Sacheri, autor también de la novela en la que se basó la película ganadora de un Oscar "El secreto de sus ojos" y coguionista de "Metegol/Futbolín", admitió que "Es raro y provoca mucha ansiedad el proceso que convierte mi novela en una película. También genera la duda sobre lo que producirá en el público y eso a mí me llena de ansiedad".  

En opinión de su autor en la adaptación de la novela al guion se respetó mucho la estructura. Se suprimieron gran cantidad de flashbacks y algunos elementos que se hubieran prestado a confusión en el film: "Fue fácil ponernos de acuerdo con Taratuto". Y añadió con humor: "Lo único innegociable fue cambiar el equipo de fútbol que aglutina las pasiones de los protagonistas". Tanto Sacheri como otro de los intérpretes de la cinta, Pablo Echarri, simpatizan con el mismo equipo de los personajes, el Indendendiente de Avellaneda.


Al respecto, el director dijo que hubo mucho acuerdo y comunión con el autor. "Tratamos principalmente de respetar el espíritu y los motivos de los personajes. Trasladar eso de las palabras a las imágenes".

Diego Peretti contó que el abordaje de su personaje lo hizo de una manera diferente. "Los personajes no movidos por la racionalidad sino por la emoción, sin historicidad, llevan al actor a abordarlos de una manera no clásica. Una serie de situaciones fuertemente emocionales llevan al desarrollo del cuerpo de la amistad de los protagonistas. La pérdida de un ser querido y el dolor que esto provoca se convierten en el motor para preservar un legado. En este sentido, la película adquiere un vuelo que yo entendí cuando la vi".  

Para Pablo Rago el fútbol es la excusa para hablar de la amistad entre cuatro hombres aunque llevada al  extremo de cometer actos bastante irracionales. Añadió que el trabajo se facilitó por la relación con sus compañeros, sus capacidades profesionales y la atinada conducción del director.

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