Con "El bosque de Karadima" y "El club", los abusos de la Iglesia llegan a cines chilenos
Los abusos por parte de eclesiásticos es un tema al que la Iglesia ha debido hacer frente en los últimos años y que también ha llegado al cine, ya sea en España ("La mala educación", de Pedro Almodóvar), México ("Obediencia perfecta", de Luis Urquiza) o ahora en Chile, donde el plazo de poco más de un mes se estrenarán dos cintas, "El club", la última cinta de Pablo Larraín, premiada en la Berlinale, y antes "El Bosque de Karadima", de Matías Lira, sobre el caso real y concreto de un popular sacerdote, Fernando Karadima, al que se llegó a conocer como el "Santito de Chile", antes de que fuese denunciado por abusos contra jóvenes aspirantes a curas.
La película, que llegará a los cines locales el 23 de abril, sigue el caso de un personaje ficticio, resumen de varias de las acusaciones reales que el sacerdote, párroco de la Iglesia del Bosque, en la comuna santiaguina de Providencia, frecuentada por miembros de la clase alta chilena, tuvo que enfrentar tanto en la justicia civil como en la eclesiástica desde principios de este siglo, respecto de sucesos concentrados en las dos décadas anteriores. Allí, Karima se hizo popular por generar vocaciones y atraer ayudas a través de la Acción Católica, que de paso llenaron sus propias arcas.
"Esos jóvenes entraron a la iglesia en busca de Dios y cuando se dieron cuenta ya tenían el primer pie puesto en el infierno", ha detallado a EFE Lira, quien realizó un guión escrito por Alvaro Díaz, Elisa Eliash y Alicia Scherson, basado en decenas de entrevistas a víctimas que habían denunciado los abusos a menores y jóvenes.
"Más que con la religión la cinta trata sobre el exceso de poder y la corrupción en una estructura como la Iglesia Católica, donde abusar es tremendamente fácil", agrega el cineasta, quien asegura huyó del maniqueismo, y presenta al sacerdote como "lejos de ser violento es una persona encantadora, con grandes conocimientos psicológicos que le permiten encandilar a sus víctimas antes de abusar de ellas". "El bosque de Karadima", tras su paso por las salas chilenas, se emitirá como miniserie por Chilevisión, en una versión extendida con escenas que no aparecen en el film.
El caso de Karadima, también inspiró indirectamente a Larraín, aunque en "El club" amplia el origen de los pecados que llevan a un puñado de sacerdotes a una residencia que los mantenga ocultos y a la vez alejados de los escenarios y las causas de sus "pecados". El próximo 28 de mayo será cuando tras su exitoso paso por la Berlinale, donde era la máxima favorita al Oso de Oro, aunque el jurado le acabó dando el de Plata.
En entrevista con NOTICINE.com, Larraín detallaba: "Tiene que ver con una Iglesia que lleva cientos o miles de años intentando transformarse en el canon moral, que nos ha educado y nos ha dicho cómo se llega a la Santidad y al cielo, y cómo llegar a la vida eterna, la fe, en fín... Y ese canon moral, cuando queda en jaque por los miembros de la propia Iglesia, cuando los curas comenten abusos o crímenes, o lo que sea... deberían ser los primeros en ser humildes y pedir perdón, y darse cuenta de la importancia que tienen como referentes morales, pero en lugar de eso hacen justo lo contrario, lo niegan o lo esconden".
De esta manera, el otoño austral chileno, en lo cinematográfico, estará influenciado por la cara oculta y oscura de una institución, la Iglesia, con aún gran poder y predicamento social.
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La película, que llegará a los cines locales el 23 de abril, sigue el caso de un personaje ficticio, resumen de varias de las acusaciones reales que el sacerdote, párroco de la Iglesia del Bosque, en la comuna santiaguina de Providencia, frecuentada por miembros de la clase alta chilena, tuvo que enfrentar tanto en la justicia civil como en la eclesiástica desde principios de este siglo, respecto de sucesos concentrados en las dos décadas anteriores. Allí, Karima se hizo popular por generar vocaciones y atraer ayudas a través de la Acción Católica, que de paso llenaron sus propias arcas.
"Esos jóvenes entraron a la iglesia en busca de Dios y cuando se dieron cuenta ya tenían el primer pie puesto en el infierno", ha detallado a EFE Lira, quien realizó un guión escrito por Alvaro Díaz, Elisa Eliash y Alicia Scherson, basado en decenas de entrevistas a víctimas que habían denunciado los abusos a menores y jóvenes.
"Más que con la religión la cinta trata sobre el exceso de poder y la corrupción en una estructura como la Iglesia Católica, donde abusar es tremendamente fácil", agrega el cineasta, quien asegura huyó del maniqueismo, y presenta al sacerdote como "lejos de ser violento es una persona encantadora, con grandes conocimientos psicológicos que le permiten encandilar a sus víctimas antes de abusar de ellas". "El bosque de Karadima", tras su paso por las salas chilenas, se emitirá como miniserie por Chilevisión, en una versión extendida con escenas que no aparecen en el film.
El caso de Karadima, también inspiró indirectamente a Larraín, aunque en "El club" amplia el origen de los pecados que llevan a un puñado de sacerdotes a una residencia que los mantenga ocultos y a la vez alejados de los escenarios y las causas de sus "pecados". El próximo 28 de mayo será cuando tras su exitoso paso por la Berlinale, donde era la máxima favorita al Oso de Oro, aunque el jurado le acabó dando el de Plata.
En entrevista con NOTICINE.com, Larraín detallaba: "Tiene que ver con una Iglesia que lleva cientos o miles de años intentando transformarse en el canon moral, que nos ha educado y nos ha dicho cómo se llega a la Santidad y al cielo, y cómo llegar a la vida eterna, la fe, en fín... Y ese canon moral, cuando queda en jaque por los miembros de la propia Iglesia, cuando los curas comenten abusos o crímenes, o lo que sea... deberían ser los primeros en ser humildes y pedir perdón, y darse cuenta de la importancia que tienen como referentes morales, pero en lugar de eso hacen justo lo contrario, lo niegan o lo esconden".
De esta manera, el otoño austral chileno, en lo cinematográfico, estará influenciado por la cara oculta y oscura de una institución, la Iglesia, con aún gran poder y predicamento social.
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