Graciela Borges y Luis Brandoni anticipan "Tokio"
Faltan un par de semanas para el estreno del film argentino "Tokio", y sus protagonistas, Graciela Borges y Luis Brandoni ya están de promoción, para anticipar esta comedia romántica sobre el destino y un encuentro casual, que reúne un gran elenco, que incluye a la pareja de Marcelo Tinelli, Guillermina Valdés, de la mano del director de "El Vagoneta", Maxi Gutierrez.
"Tokio" es el segundo largo metraje del director Maxi Gutiérrez que esta vez vuelve al cine con una comedia romántica sobre el destino, la química entre las personas y la línea, a menudo borrosa, entre un encuentro casual y la felicidad. "Bourbon" es un club de jazz de la ciudad que el destino reservó para juntarlos. Nina (Graciela Borges) viene desde muy lejos y carga con un pasado de recuerdos y frustraciones difíciles de abandonar. Goodman (Luis Brandoni) es un pianista acostumbrado a andar de gira. Un hombre desapegado y de pocas expectativas. Ambos, incrédulos a la sorpresa, se encuentran con la risa y los deseos mutuos de una seducción en la barra del "Bourbon Bar". Nina está volviendo de un largo viaje y Goodman tiene como próximo destino Tokio. Ambos concluyen que lo mejor será comportarse como dos extraños. Disfrutar de haber coincidido esa noche y luego despedirse sin mirar atrás.
La química entre ellos es inmediata y la relación comienza a tomar vuelo. Sin embargo, los fantasmas del pasado, las frustraciones y heridas sin cerrar, condicionan las reglas del encuentro. Nina ha sufrido por un engaño y no soporta la mentira. Sospecha que Goodman no es tan honesto como dice –una mujer lo llama insistentemente-. Goodman no tiene demasiadas vueltas para decir lo que piensa, aunque esté mintiendo descaradamente. Sabe que la noche es corta y no quiere desperdiciar la oportunidad de lograr una conquista.
"Todas las películas -dijo Graciela Borges a VOS.com- tienen algo especial. Lo especial lo encuentra uno, ¿no? "Tokio" es una película de tristeza, de desencuentro, de amor. Yo soy una mujer que llega muy misteriosamente a este lugar de jazz y conoce a un pianista, pero como tiene una trampa esta película no se puede contar, es como un policial. Estoy contenta de trabajar con Beto (Brandoni). La película se iba a llamar 'Dos extraños', ahora se llama 'Tokio', me encanta el nombre. Las películas que llevan Tokio me han encantado. 'Perdidos en Tokio' es preciosa".
La protagonista de "Pobre mariposa" y "La ciénaga", sobre la condición de actriz, expresó: "Esta es una carrera absolutamente precaria porque nosotros nos vestimos de otra cosa que no somos para sentir palabras que no son nuestras, hacerlas propias, meterlas en alma, decirlas. Pienso del cine argentino lo que pensé en todas las décadas de mi vida, pienso que hay jóvenes directores muy viejos y viejos directores muy jóvenes. Lo que está en el medio es el talento y el talento no tiene edad. Si Alejandro Doria viviera seguiría haciendo glorias en esa cámara porque lo hacía con mucho amor. Si viviera Favio... Sobre la discusión sobre si este es kirchnerista o no se qué: a mi me importa que tengan talento y que eso ocurra".
Para su oponente, Luis Brandoni, "Es interesante el tema de la película, es un romance de dos personas que creyeron que esa etapa de la vida había terminado. Empieza con un encuentro azaroso pero no voy a contar el desarrollo ni el final. Me parece que es una linda idea, y para mí es una oportunidad casi nueva a esta altura de mi vida de hacer una película romántica y un trabajo de galán a mis años, no deja de ser una curiosidad. Y además significa volver a hacer cine, que hace mucho que no me convocan".
El veterano actor, participante en clásicos del cine argentino como "Esperando la carroza", "La tregua" o "La Patagonia rebelde" , consideró, en charla con Día a Día, novedoso que "Llevo hechas muchas películas, en mi vida, pero tengo que contar que es la primera vez que hago una película de amor, en el rol de galán, que no hice nunca en mi vida. ¡Hacerlo ahora me alienta bastante! Sobre todo con una actriz como Graciela Borges, que es un emblema del cine nacional".
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"Tokio" es el segundo largo metraje del director Maxi Gutiérrez que esta vez vuelve al cine con una comedia romántica sobre el destino, la química entre las personas y la línea, a menudo borrosa, entre un encuentro casual y la felicidad. "Bourbon" es un club de jazz de la ciudad que el destino reservó para juntarlos. Nina (Graciela Borges) viene desde muy lejos y carga con un pasado de recuerdos y frustraciones difíciles de abandonar. Goodman (Luis Brandoni) es un pianista acostumbrado a andar de gira. Un hombre desapegado y de pocas expectativas. Ambos, incrédulos a la sorpresa, se encuentran con la risa y los deseos mutuos de una seducción en la barra del "Bourbon Bar". Nina está volviendo de un largo viaje y Goodman tiene como próximo destino Tokio. Ambos concluyen que lo mejor será comportarse como dos extraños. Disfrutar de haber coincidido esa noche y luego despedirse sin mirar atrás.
La química entre ellos es inmediata y la relación comienza a tomar vuelo. Sin embargo, los fantasmas del pasado, las frustraciones y heridas sin cerrar, condicionan las reglas del encuentro. Nina ha sufrido por un engaño y no soporta la mentira. Sospecha que Goodman no es tan honesto como dice –una mujer lo llama insistentemente-. Goodman no tiene demasiadas vueltas para decir lo que piensa, aunque esté mintiendo descaradamente. Sabe que la noche es corta y no quiere desperdiciar la oportunidad de lograr una conquista.
"Todas las películas -dijo Graciela Borges a VOS.com- tienen algo especial. Lo especial lo encuentra uno, ¿no? "Tokio" es una película de tristeza, de desencuentro, de amor. Yo soy una mujer que llega muy misteriosamente a este lugar de jazz y conoce a un pianista, pero como tiene una trampa esta película no se puede contar, es como un policial. Estoy contenta de trabajar con Beto (Brandoni). La película se iba a llamar 'Dos extraños', ahora se llama 'Tokio', me encanta el nombre. Las películas que llevan Tokio me han encantado. 'Perdidos en Tokio' es preciosa".
La protagonista de "Pobre mariposa" y "La ciénaga", sobre la condición de actriz, expresó: "Esta es una carrera absolutamente precaria porque nosotros nos vestimos de otra cosa que no somos para sentir palabras que no son nuestras, hacerlas propias, meterlas en alma, decirlas. Pienso del cine argentino lo que pensé en todas las décadas de mi vida, pienso que hay jóvenes directores muy viejos y viejos directores muy jóvenes. Lo que está en el medio es el talento y el talento no tiene edad. Si Alejandro Doria viviera seguiría haciendo glorias en esa cámara porque lo hacía con mucho amor. Si viviera Favio... Sobre la discusión sobre si este es kirchnerista o no se qué: a mi me importa que tengan talento y que eso ocurra".
Para su oponente, Luis Brandoni, "Es interesante el tema de la película, es un romance de dos personas que creyeron que esa etapa de la vida había terminado. Empieza con un encuentro azaroso pero no voy a contar el desarrollo ni el final. Me parece que es una linda idea, y para mí es una oportunidad casi nueva a esta altura de mi vida de hacer una película romántica y un trabajo de galán a mis años, no deja de ser una curiosidad. Y además significa volver a hacer cine, que hace mucho que no me convocan".
El veterano actor, participante en clásicos del cine argentino como "Esperando la carroza", "La tregua" o "La Patagonia rebelde" , consideró, en charla con Día a Día, novedoso que "Llevo hechas muchas películas, en mi vida, pero tengo que contar que es la primera vez que hago una película de amor, en el rol de galán, que no hice nunca en mi vida. ¡Hacerlo ahora me alienta bastante! Sobre todo con una actriz como Graciela Borges, que es un emblema del cine nacional".
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