El cine mexicano confía en Internet para ganar público
- por © J.M.Badillo (Correcámara)-NOTICINE.com
Al hacer balance del 2011, año en que el Instituto de Cine Mexicano (IMCINE) se gastó 700 millones de pesos, se produjeron 67 títulos y llegaron a las pantallas 59, la presidenta del organismo, Marina Stavenhagen, sostuvo que "El futuro del cine mexicano está en la digitalización, Internet y las redes sociales". La también guionista, que se opuso a la idea de algunos exhibidores de que el cine mexicano no es bueno porque no llena salas, comentó los detalles del acuerdo para que estén disponible a través YouTube clásicos del cine nacional. También se negocia con Netflix a este respecto.
La negociación entre la paraestatal y el administrador de contenidos en Internet Google-YouTube incluye un primer paquete de películas con 71 títulos de cortometrajes y posteriormente se programarán largometrajes, informó la directora del IMCINE.
"Vamos a ver cómo funciona, pensamos que es una alternativa de salida interesante y de impacto sobre las audiencias, y vamos a ver cómo nos va”, indicó en entrevista con correcamara.com.
Los títulos de cortometrajes que ya se pueden bajar por el sistema screening de YouTube, un sistema de paga, pertenecen al acervo del IMCINE y van desde el clásico de animación, "El Héroe", de Carlos Carrera, Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1994, y "Ver llover", de Elisa Miller, también Palma de Oro en Cannes en 2006, por ejemplo.
Este año se empleó en la institución dependiente de CONACULTA un presupuesto de 700 millones de pesos (50.3 millones de dólares), a través de varios fondos de apoyo al cine nacional.
México ha mantenido una producción que ronda las 70 películas nacionales desde hace cinco años. Sin embargo, en el país como en toda América Latina, la producción local se ha fortalecido, pero los canales de distribución y exhibición son restringidos y acaparados por el cine de Hollywood principalmente.
Este año se estrenaron en México 325 películas, de las cuales el 80 por ciento son de Holywood. La producción nacional fue de 67 títulos y llegaron a las pantallas 59 películas.
Unos 13 millones de mexicanos vieron una película nacional en el 2011, lo que representa un 7 por ciento del total de asistencia, un aumento de uno por ciento respecto al año anterior.
La cantidad de oferta de cine mexicano es mucha, dijo Marina Stavenhagen, "pero su presencia en las pantallas muchas veces es tan efímera, que se reduce a nada".
Por eso, agrego la funcionaria, es importante abrir nuevos canales de distribución y exhibición.
Internet no cancela la salida de películas en cines, aclaró Stavenhagen, "pero si es cierto que la evolución del mercado ha demostrado por un lado que hay un brinco importante de utilización de tecnologías digitales en la producción, en la filmación, en la distribución y en la exhibición", declaró la directora del IMCINE.
Stavenhagen no esquivó la polémica que hace unos meses desató el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), Alejandro Ramírez, al declarar ante productores y directores nacionales, que en México se filma "basura" y que si querían que les fuera bien en los cines "hagan mejores cosas".
"Que el cine mexicano sea malo o bueno, ¿según quién?", dijo Stavenhagen, "es como decir que las hamburguesas de McDonald’s son las mejores porque se venden mucho", agregó.
En el informe de Canacine del 2010, Ramírez, también director de la cadena de cines Cinépolis, ya había arremetido contra el sistema estatal de apoyo al cine nacional, al afirmar que se estaban produciendo muchas películas, pero que no todas eran buenas. "Hay que producir menos, pero de más calidad", dijo entonces el empresario y presidente del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Este año, el IMCINE anunció menos películas mexicanas producidas (67), frente a cerca de 70 de años anteriores. La merma es mínima, sin duda, pero la cantidad sigue sin convencer del todo, cuando en los años de mayor producción en México se llegó a más de 130 largometrajes (135 en 1958).
La mala noticia es que solamente el 7 por ciento de los mexicanos vieron cine local (13 millones de espectadores). Esto frente a un 8 por ciento de aumento en la audiencia total a los cines, para películas nacionales y extranjeras.
En esos números repercute la piratería, el hecho de que no haya cines en zonas alejadas de las grandes ciudades, las pocas pantallas que son dedicadas a los estrenos nacionales y los alto costo del boleto de cine, en relación con los ingresos del mexicano promedio.
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La negociación entre la paraestatal y el administrador de contenidos en Internet Google-YouTube incluye un primer paquete de películas con 71 títulos de cortometrajes y posteriormente se programarán largometrajes, informó la directora del IMCINE.
"Vamos a ver cómo funciona, pensamos que es una alternativa de salida interesante y de impacto sobre las audiencias, y vamos a ver cómo nos va”, indicó en entrevista con correcamara.com.
Los títulos de cortometrajes que ya se pueden bajar por el sistema screening de YouTube, un sistema de paga, pertenecen al acervo del IMCINE y van desde el clásico de animación, "El Héroe", de Carlos Carrera, Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1994, y "Ver llover", de Elisa Miller, también Palma de Oro en Cannes en 2006, por ejemplo.
Este año se empleó en la institución dependiente de CONACULTA un presupuesto de 700 millones de pesos (50.3 millones de dólares), a través de varios fondos de apoyo al cine nacional.
México ha mantenido una producción que ronda las 70 películas nacionales desde hace cinco años. Sin embargo, en el país como en toda América Latina, la producción local se ha fortalecido, pero los canales de distribución y exhibición son restringidos y acaparados por el cine de Hollywood principalmente.
Este año se estrenaron en México 325 películas, de las cuales el 80 por ciento son de Holywood. La producción nacional fue de 67 títulos y llegaron a las pantallas 59 películas.
Unos 13 millones de mexicanos vieron una película nacional en el 2011, lo que representa un 7 por ciento del total de asistencia, un aumento de uno por ciento respecto al año anterior.
La cantidad de oferta de cine mexicano es mucha, dijo Marina Stavenhagen, "pero su presencia en las pantallas muchas veces es tan efímera, que se reduce a nada".
Por eso, agrego la funcionaria, es importante abrir nuevos canales de distribución y exhibición.
Internet no cancela la salida de películas en cines, aclaró Stavenhagen, "pero si es cierto que la evolución del mercado ha demostrado por un lado que hay un brinco importante de utilización de tecnologías digitales en la producción, en la filmación, en la distribución y en la exhibición", declaró la directora del IMCINE.
Stavenhagen no esquivó la polémica que hace unos meses desató el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine), Alejandro Ramírez, al declarar ante productores y directores nacionales, que en México se filma "basura" y que si querían que les fuera bien en los cines "hagan mejores cosas".
"Que el cine mexicano sea malo o bueno, ¿según quién?", dijo Stavenhagen, "es como decir que las hamburguesas de McDonald’s son las mejores porque se venden mucho", agregó.
En el informe de Canacine del 2010, Ramírez, también director de la cadena de cines Cinépolis, ya había arremetido contra el sistema estatal de apoyo al cine nacional, al afirmar que se estaban produciendo muchas películas, pero que no todas eran buenas. "Hay que producir menos, pero de más calidad", dijo entonces el empresario y presidente del Festival Internacional de Cine de Morelia.
Este año, el IMCINE anunció menos películas mexicanas producidas (67), frente a cerca de 70 de años anteriores. La merma es mínima, sin duda, pero la cantidad sigue sin convencer del todo, cuando en los años de mayor producción en México se llegó a más de 130 largometrajes (135 en 1958).
La mala noticia es que solamente el 7 por ciento de los mexicanos vieron cine local (13 millones de espectadores). Esto frente a un 8 por ciento de aumento en la audiencia total a los cines, para películas nacionales y extranjeras.
En esos números repercute la piratería, el hecho de que no haya cines en zonas alejadas de las grandes ciudades, las pocas pantallas que son dedicadas a los estrenos nacionales y los alto costo del boleto de cine, en relación con los ingresos del mexicano promedio.
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