Los productores españoles hacen -por fín- autocrítica

por © Redacción-NOTICINE.com
Pedro Pérez
Pedro Pérez
¿Piratería? ¿Descargas de internet? ¿Malinchismo a la española?...Sí, pero no, o no sólo eso, es culpable de la realidad comercial penosa del cine español en sus propias salas. La situación, analizada y planteada por NOTICINE.com en los últimos años de manera tan reiterada como la escasez de títulos nacionales que año tras año resultan rentables en las salas españolas, han merecido por fín la reflexión de los productores. Su presidente, Pedro Pérez, entona un mea culpa: "El cine que producimos no conecta con el que quiere la gente. Eso es incuestionable".

El diario madrileño El País publica este jueves un extenso reportaje sobre el cine español que resume los datos demoledores ya conocidos por nuestros lectores: 173 películas producidas el año pasado, la mayoría subvencionadas, mientras a las salas no llegan alrededor de 40 y las que si lo hacen sólo un puñado recupera su costo.

"Cada año va menos gente al cine, pero se ruedan más títulos. La producción española no decae ni en tiempos de crisis, ajena al mercado y, sobre todo, a los gustos del público", dice Javier Martín, autor del artículo, titulado "No hay salas para tanto cine (español)".

Y el presidente de la Federación de Asociación de Productores Audiovisuales de España (FAPAE), reconoce que frente a la fuerza de las cifras, es inevitable asumir que "se han hecho demasiadas películas el pasado año y el anterior y se continúan haciendo en éste. No caben 173 películas españolas en las salas".

Aunque en teoría las ayudas oficiales no pueden superar el 50% del costo de una película, un hecho resulta extraño... y sospechoso. ¿Cómo es posible que determinadas productoras españolas cuyos títulos en general no cubren en taquilla su costo sigan sacando al mercado títulos sin quebrar? La explicación de Pérez en El País no es convincente: "Tienen más de un producto y cubren gastos unos con otros".

A pesar de que Pérez reconoce que se hace demasiado cine y que éste no interesa en suficiente medida al espectador, de nuevo alude en El País a "culpar al de enfrente": "Hay una segunda razón para ese desapego (el de los espectadores). Durante años ha habido una campaña de un grupo de comunicación para denigrar el cine español como forma de criticar a alguno de sus protagonistas porque sus opiniones -como ciudadanos, no como cineastas- no le gustaban. Y esa campaña ha calado. Dicho esto, creo que el cine español debe conseguir una cuota de pantalla del 25%. Mínimo".

Los productores piden que se desarrolle la Ley de Cine: "Hay que redistribuir mejor esos recursos públicos, canalizar una parte del dinero para las telemovies (no confundir con teleseries), películas pensadas para la televisión. En Francia está funcionando", afirma su presidente.

Mientras a estas alturas del año hay razones para el optimismo, después de los buenos resultados en taquilla de cintas como "Mentiras y gordas", "Fuga de cerebros", "Los abrazos rotos" o "Al final del camino", sigue habiendo cineastas y productores que parecen desentenderse de la recepción que tienen sus películas: "A mí me importan los espectadores bien poco", dice Albert Serra, director de "Honor de cavalleria" y "El cant dels ocells", películas con ayudas recibidas de organismos públicos como TVE y TV3. "A mí me interesa la posteridad; que hoy vaya más o menos público al cine, o que haya crisis, como director me da igual. No voy a mover ni un ápice de mi criterio artístico en función del gusto del espectador".