Colaboración: Mi balance del Festival de Mar del Plata 2012

por © NOTICINE.com
Clausura del Festival de
Por Martín Iparraguire

El XXVII Festival Internacional de Cine de Mar del Plata culminó el domingo con un palmarés digno de su edición, al menos en sus rubros principales, donde el film rumano "Dupa dealuri", de Cristian Mungiu, fue consagrado como la Mejor Película del encuentro. Pero si de balances se trata, el autor prefiere dejar los premios de lado y enfocarse en lo verdaderamente importante: la programación variada y rica que ofreció el encuentro, capaz de volverlo a posicionar como el festival que siempre debe ser, el único clase "A" de Latinoamérica, aunque para ello deba esforzarse en presentar más estrenos internacionales y no presentes en otros certámenes de su misma categoría, como la ganadora, que estuvo en Cannes.

Se trató en efecto de una edición redonda en todo sentido: tanto en la programación de las diferentes competencias (Internacional, Latinoamericana y Argentina), en las que aún en su saludable heterogeneidad exhibió un alto nivel de calidad general, como en las secciones paralelas, donde los programadores supieron aunar calidad y riesgo, capacidad para reunir a autores consagrados pero también para apostar a nuevos valores del mundo, en especial de España y Corea, consiguiendo una coherencia estética infrecuente en estos tipos de festivales. No es fácil reunir más de 300 películas con algunas ideas de cine precisas detrás, y Mar del Plata consiguió ese pequeño milagro: basta repasar la participación de nada menos que 78 películas argentinas en corto y largometrajes para entender la dificultad de la empresa. Y que la mayoría no haya defraudado, más bien al contrario.

Puestos a desmenuzar méritos, hay que decir que la sección Panorama (Autoral) ratificó una vez más la vigencia de los grandes maestros: por aquí pasaron los últimos films de Manuel de Oliveira (Gebo y la sombra), Raúl Ruiz (La noche de enfrente), Alain Resnais (Todavía no han visto nada), Hong Sang-Soo (List), Tsai Ming-Liang (Walker), Takashi Miike (Por el bien del amor) y Raymond Depardon (Diario de Francia), que estuvieron por lejos entre lo mejor del festival.

Pero un encuentro de la envergadura de Mar del Plata no se debe limitar a captar los grandes films de autores consagrados, sino que debe apostar al riesgo y la novedad: allí estuvo la sección "Postales del Sur" sobre nuevos directores coreanos (donde se pudieron descubrir joyitas como "Sleeples Nigth", de Jan Kun-jae, "Bleak Night", de Yoon Sung-hyun, o incluso el documental "Tony Rayns, the- not-so-distant-observer", de Seo Won-tae), o el programa "España alterada", sobre cine español independiente y experimental (donde se destacó el genial documental autobiográfico "Mapa", de León Siminiani, entre otras), o el ya clásico apartado "Estados Alterados", sobre cine que desafía los cánones establecidos (donde se vieron las excepcionales "Age is…" de Stephen Dwoskin, "Rua Aperana 52" del brasileño Julio Bressane, la argentina "Dioramas" de Gonzalo Castro, o la francesa "Jonas Mekas: I´m not a filmmaker", de Pierre-Paul Pujiz y Jeróme Sans –además de un film del propio Mekas: "Sleepless Nigths Stories"-, entre otras).     

A todo esto, hay que sumar los descubrimientos de las diferentes competencias, que mostraron una variedad y riesgo encomiables (por ejemplo, en la Competencia Internacional la comedia existencialista "El muerto y ser feliz" convivió con una adaptación histórica como "La Mer à l’aube", una comedia negra como "Sightseers" o el gran drama minimalista kazajo "Student", entre otras, un panorama que se repitió en el resto de las competencias) u otras secciones que permanecieron un tanto escondidas, pero aportaron calidad y frescura al encuentro (como el apartado "Sentidos del humor", con grandes comedias del cine independiente contemporáneo, o el ciclo "Busco mi destino").

Pero quizás la particularidad más llamativa de la edición fue la gran respuesta del público: el festival concluyó con un récord histórico de espectadores que visitó las salas, donde pasaron más de 100.000 personas en nueve días. El lleno casi absoluto fue la constante de las proyecciones, incluso en aquellas de horarios extremos (las exhibiciones comenzaban a primera hora de la mañana hasta el trasnoche) o de autores desconocidos y tremendamente exigentes. Fue una fiesta completa en todo sentido, donde el público pudo acceder a las grandes promesas del futuro cinematográfico del mundo.

Palmarés final

Ya en análisis final del palmarés, hay que recordar que el premio mayor quedó para Rumania con cierta justicia, ya que se trata de un país cuya filmografía sigue estando en primer nivel (y que presentó dos películas en la Competencia Internacional): "Dupa dealuri", la nueva obra del autor de "4 meses, tres semana y 2 días" (que ganó la Palma de Oro en Cannes en 2007), obtuvo el Astor de Oro del certamen marplatense, según decidió un jurado integrado por Bertrand Bonello, Peter Medak, Thomas Mauch, Eslinda Nuñez y la argentina Lita Stantic. La película es un delicado drama sobre la relación entre dos amigas de la infancia, que se reencuentran años más tarde en un convento ortodoxo rumano: una de ellas ha decidido seguir el camino de la fe. Su amiga irá a visitarla con la idea de convencerla para que la acompañe a un viaje de descanso, en busca de recomponer su situación anímica. Pero una serie de confusiones enfrentarán a la visitante a la peor cara de la religiosidad extrema, ya que será acusada de estar poseída, y se verá involucrada en un proceso de alcances siniestros.  

Por lo demás, el mismo jurado otorgó el premio al Mejor Director de la Competencia Internacional al turco Reis Celik, por "Night of silence", sobre un matrimonio entre un ex presidiario y una adolescente de 14 años, y el Premio al Mejor Guión al británico Ben Wheatly por el libreto de "Sightseers", una comedia negrísima sobre una pareja decadente. El documental argentino "El Impenetrable", de Daniele Incalcaterra y Fausta Quatrini, obtuvo a su vez el premio del Público a la mejor película el festival por el relato íntimo y personal acerca de las profundas dificultades que el director tuvo para acceder a unas tierras que su padre le legó en el Chaco paraguayo.

Por su parte, el Astor de Plata al Mejor Actor fue compartido por el argentino Pablo Pinto, debutante protagonista de "De martes a martes", opera prima de Gustavo Triviño, y el turco Ilyas Salma, protagonista de "Night of silence", mientras que el Premio a la Mejor Actriz fue para Soko, por su labor en la película francesa "Augustine", de Alice Winocour. El jurado oficial decidió entregar también una más que merecida Mención Especial a la película "Memories look at me", del chino Song Fang, que realiza un estudio minucioso sobre las relaciones humanas y las preocupaciones dentro de una familia típica china.

Otro acto de justicia fue el premio al Mejor Director de la Competencia Argentina para José Celestino Campusano, director de la excelente película "Fango", donde vuelve a demostrar su capacidad para filmar su particular universo de motoqueros en el conurbano bonaerense, mientras que "Hermanos de sangre", de Daniel De la Vega, se consagró como la Mejor Película Argentina, según  el jurado integrado por Scott Foundas, Virgina García del Pino y Stefan Laudyn.

En la Competencia Latinoamericana, el jurado (integrado por el uruguayo Walter Achugar, la actriz argentina Moro Anghileri y la italiana Eva Sangiorgi), eligió a "Las cosas como son", de Fernando Lavanderos, como Mejor Largometraje Latinoamericano. También entregaron menciones especiales a "El Bella Vista", de la uruguaya Alicia Cano, y a "Post Tenebras Lux", el excepcional film del mexicano Carlos Reygadas, que hubiera merecido mejor suerte.

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