Crítica: "Pasaje de vida", lección de luchas peronistas

'Pasaje de vida'


Por Edurne Sarriegui

“Pasaje de vida”, que se estrena en Argentina este jueves, es el segundo largometraje de Diego Corsini, que anteriormente dirigiera “Solos en la ciudad” (2010). Lejos de la temática de su primera obra, se trata, según definición de su autor –que hace dupla en el guión con Fran Araujo- de “un trhiller político con una historia de amor” que indaga en la lucha que enfrentó a la Juventud Peronista con los sindicatos en los años setenta en la Argentina.

Mario (Javier Godino) es hijo de exiliados argentinos y vive en España. No tiene mucho contacto con su padre, Miguel (Miguel Angel Solá) y guarda un profundo resentimiento contra él por la distancia que siempre puso entre ambos. Ahora que tiene que ir a buscarlo a un hospital  para llevarlo de vuelta a casa tras sufrir una embolia se da cuenta de la fragilidad de su salud y de su memoria.  El deseo de conocer más del pasado de sus padres y reconstruir así su propia historia se hace más fuerte. No es fácil arrancar los recuerdos de su padre pero encuentra en la casa una novela aun sin editar que la autora, una mujer desconocida para Mario, envió a Miguel. Acompañado por Ariadna (Silvia Abascal), su expareja, inicia un viaje hacia el pasado de sus padres y su propia identidad a través de la lectura.

La historia del pasado se desarrolla en Argentina, durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en los años setenta y antes de los sucesivos gobiernos militares. Miguel (Chino Darín) Y Diana (Carla Quevedo) se conocen en la fábrica donde trabajan y militan en la Juventud Peronista que se podría considerar el ala izquierda del peronismo. En el trabajo son cotidianos los enfrentamientos con los sindicalistas peronistas que formaban parte de la derecha del mismo partido. Esta confrontación y su derivación al paso de una parte de la Juventud Peronista a la organización Montoneros y de ahí a la lucha armada, a la clandestinidad y posteriormente al exilio, es la que se refleja en la cinta.

El film desarrolla en paralelo las dos tramas: la que tiene lugar en la Argentina del 74 al 76 y la que acontece en España en la actualidad. La alternancia entre ambas historias consigue un buen ritmo en el desarrollo de la película haciendo de él su mejor virtud.

“Pasaje de vida” toma algunos hechos de la vida de los padres del realizador del film y desde ahí deriva hacia la ficción.  En él se ve reflejada su historia de amor y militancia pero, por conocida, la historia política que la acompaña está lejos de generar el suspense que se espera de un “thriller”. Sirve para mostrar un punto de vista y cuáles pudieron ser los destinos de algunos de los implicados en los hechos de aquellos años de violencia que condujeron al país hacia tiempos  más conflictivos y que todavía muestran sus huellas en la Argentina actual. Su temática puede resultar atractiva para quienes se interesan en los sucesos acaecidos en esa parte de la historia argentina.

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