Crítica: "Wakolda / El médico alemán", doble frustración

'Wakolda / El médico alemán'


Por Edurne Sarriegui

"Wakolda" es el tercer film de Lucía Puenzo después de "XXY" (2007) y "El niño pez" (2009) y está basado en la novela homónima de la realizadora. Se trata de una coproducción entre Argentina, Francia, España y Noruega. Llega a las pantallas comerciales de Argentina después de su estreno en el Festival de Cannes, en la sección Un Certain Regard, y previamente a su participación en el Festival de San Sebastián. Si bien “Wakolda” se presenta como drama y "thriller", la situación dramática nunca llega a desencadenarse aunque flota en el ambiente la posibilidad, ni el "thriller" es tal,  dado que al referirse la acción a un personaje real en una situación hipotética, desde el principio del film ya podemos intuir sin mucho margen de error cuál será la resolución.

Corre el año 1960 y en medio de la desolación y la precariedad de la ruta del desierto en el sur argentino un médico alemán conoce a una familia que viaja hacia la ciudad de Bariloche con sus tres hijos. Debido a los peligros  y la soledad del camino, el extranjero les pide viajar en caravana ya que se dirige al mismo destino. Así conoce a Lilith, la hija del matrimonio que presenta una talla por debajo de lo normal causada en apariencia por el hecho de haber nacido prematuramente. Esta circunstancia atrae la atención del extraño.

Sin mucha demora nos harán saber que el médico en cuestión es Joseph Mengele. Es un dato histórico que Mengele vivió en Buenos Aires y que, tras el secuestro y posterior traslado a Israel de Eichmann  por parte del Mossad, desapareció por unos meses para reaparecer posteriormente en Paraguay. Es en ese paréntesis de tiempo en el que se sitúa la acción de la película y se coloca presuntamente al criminal nazi en el sur argentino.

Los experimentos orientados a conseguir una supuesta perfección genética y el encubrimiento de criminales de guerra por parte de toda una comunidad son los dos temas principales que se tratan, pero aparecen tantas subtramas que el objetivo principal de la narración pierde fuerza y se diluye entre múltiples acontecimientos.

La recreación de la época y la fotografía de los paisajes de Bariloche aportan calidad y una atmósfera adecuada. El problema de "Wakolda" es que Puenzo expone ante el espectador diferentes posibilidades dramáticas, sugiere siniestras intenciones e intrigas varias, pero ni el ritmo ni el desenlace son de una película de suspenso. Todo queda como una especie de borrador de lo que pudo haber sido, y la narración languidece sin conducir a ninguna parte.

Alex Brendemülh da vida a un villano educado y seductor que solamente mostrará en los últimos minutos la faceta más siniestra de su personalidad. Florencia Bado, coprotagonista y narradora de la historia, es todo un descubrimiento. Natalia Oreiro y Diego Peretti interpretan a los preocupados padres de la niña. Elena Roger es Nora Edloc, el otro personaje real que aparece en el film y que sí se puede situar en ese tiempo y en esa zona. Parte del elenco supera con altura la dificultad adicional de interpretar buena parte de sus roles en alemán sin hablar el idioma y recurriendo a la fonética.

El título de la película hace referencia al nombre de la muñeca de la niña. Tal vez una explicación sobre su significado hubiera ayudado a entender su intencionalidad.

“Wakolda” se estrenará en España, tras pasar la semana próxima por el Festival de San Sebastián (Horizontes Latinos) el próximo mes de octubre con el título de “El médico alemán” y tiene previsto su estreno también en un buen número de países de Europa y América.